Some like it hot (Wilder, 1959)

Billy Wilder tiene un sentido del humor que me gusta. Y no es una gracia tonta, si no que consigue engarzar los gags en una historia intrincada.
El inicio de Some like it hot (Con faldas y a lo loco) recuerda al cine negro de los 30. Un coche funebre recorre las calles por la noche. Pero estamos en Chicago durante la "Ley Seca", así que el ataud contiene botellas de alcohol. Y es que escondido en la funeraria hay un club nocturno. Y es ahí donde nuestros protagonistas aparecen. Joe y Jerry son músicos de la banda en el club. La policía descubre el local, pero nuestrso dos músicos consiguen escapar.
Pero el director es Billy Wilder, así que no podía ser tan sencillo. No tienen trabajo, van en busca de uno... Y en una de esas son testigos de la Matanza del Día de San Valentín. Así que ahora han de huir de la mafia. Se disfrazan de mujeres para huir de la ciudad en una banda femenina que va a tocar a Florida.
Así que ahora tenemos a Joselyn y Geraldine en un tren, rodeados de mujeres y con una en mente: Sugar (Marilyn Monroe). Ambos intentan conquistar a la chica del ukelele.

La película está llena de momentos desternillantes como la fiesta en el tren o la tarde en la playa. Pero siempre mantiene el hilo de la mafia de fondo, cuando los mafiosos que andan tras Joe y Jerry llegan al hotel en Florida, para una "reunión de italianos amantes de la Ópera".
Las interpretaciones de Jack Lemmon (divertidísimo como siempre) y Tony Curtis son geniales. Y Marilyn, aunque no me apasiona, está muy guapa en la película (a pesar de algunos terribles vestidos en algunos momentos). La música es genial, y por supuesto la fotografía excelente.

 

Y ahora, a petición del público, la escena del Ukelele (no sé si es ésta a la que te refieres Baarry).

Up de Pixar

Ya sé que es un tema recurrente, pero a falta de tiempo... Os dejo una mini-crítica que hice de la película para la revista Tamezin.

Balloons, South America, Carl, Russell, amazing music, squirrels, spirit of adventure… Up!

A great film with two “different” heroes: Carl (78) and Russell (8). A film full of humour, love and spirit of adventure. Everybody will like Up: from young explorers like Russell, to old men like Carl. A film to be watched with your friends, with your sisters or even with your granny.

The Illusionist (Burger, 2006)

Todo el mundo me decía que El Ilusionista me iba a encantar. Pues bien, me gustó.
La película comienza con Paul Giamatti contando el pasado de Eisenheim. Hijo de un carpintero en el Imperio Austro-húngaro, conoce a un mago que despierta en él un gran interés por los trucos. Empieza a convertirse en un joven con talento. Conoce a la joven Duquesa Sophie von Teschen y, por supuesto, se enamoran a pesar de ser un "amor prohibido". Pasa el tiempo y Eisenheim es ahora un afamado ilusionista que tiene a toda la ciudad de Viena cautivada. Sus trucos son asombrosos. El Príncipe heredero acude a una de sus funciones y hace que su prometida suba al escenario como "voluntaria". Y, claro, esa hermosa muchacha es la joven Sophie.
Reencuentro, que bonito... Amor un tanto más prohibido. Tenemos a la joven guapísima que va a casarse con el malo malísimo del Príncipe. Y el malo-malísimo se huele algo, así que manda al Inspector Uhl a seguir a los pimpollos. Porque a todo esto, ella va a casa de él (un poco extraño, una mujer sola por la noche) y después de la típica discusión "te fuiste, me olvidaste..." se reconcilian mucho. Escena de cama, que no pega nada con la ambientación de la película (en Howards End se soluciona mucho mejor y de acuerdo con el estilo). Bueno, el caso es que ella, decidida a abandonar al Príncipe, se encara con él, y... acaba muerta. Demasiado pronto para que la muchacha muera, se intuye que algo que no sabemos se avecina.
Bueno, la película se salva por la magistral interpretación de Giamatti y por la ambientación. Bueno, los efectos especiales de los trucos son geniales también, Edward Norton no está mal y la fotografía muy trabajada. Al final la historia da un giro, esperado y no muy bien explicado, pero que resulta sorprendente para la mayoría.
No es que me haya parecido horrible, pero sí previsible.