martes, septiembre 28, 2010

Alien (Scott, 1979)


Desasosiego desde el primer segundo de la película. Un comienzo escalofriante, lejano, el espacio se convierte en algo claustrofóbico con ese lento movimiento y música de tonos agudos. Al entrar en la nave vemos amplios espacios, vacíos, geométricos. No hay vida. Pero se intuye que hay una vida que no debería estar ahí.
Desde el momento en que Kane “da a luz” a la criatura hay una sensación agobiante. Las líneas ondulantes y orgánicas de todo lo relacionado con el Alien asustan y aunque no solemos verle, sabemos que está ahí. El Alien de Scott es una criatura terrorífica, casi espiritual (¿Por qué no le vemos? ¿Por qué no sabemos dónde está? ¿Por qué no muere?) Aparece por sorpresa, no le vemos claramente, intuimos su presencia, vemos los restos que va dejando detrás. Los primeros planos de los personajes hacen que no sepamos a qué se enfrentan. Los planos generales hacen que nos sintamos observados. Y nos sentimos observados porque el espectador está en la nave Nostrodomo. Y podemos ser el gato Jones, intentando huir de la criatura; no queriendo ver, pero siendo los únicos testigos. Queremos que Ripley nos proteja. Pero sabemos que pierde el tiempo, que el gato da igual. Y sabemos que el Alien está en la cápsula en la que Ripley huye, tiene que estar ahí. Queremos que esté ahí porque no nos contentamos con una huída, queremos una victoria.

domingo, septiembre 26, 2010

The best years of our lives (Wyler, 1946)


Gran película bélica, enfocada en el regreso de los soldados a casa. Al Stephenson, Fred Derry y Homer Parrish vuelven a Boone City. Los tres han luchado en distintos cuerpos del ejército y en distintos lugares y se conocen en el avión de regreso a su ciudad.

Una historia muy humana y natural, llena de dureza y sentido del humor. Cada uno debe adaptarse a sus circunstancias una vez acabada la guerra. Y lo que importa es la familia y las relaciones que han de retomar. Al vuelve a un hogar donde su mujer y dos hijos le esperan. Un matrimonio que se quiere como el primer día aunque han tenido que sufrir mucho. Los diálogos entre Al y Milly son sencillos y naturales, ágiles y divertidos. Fred está casado con una mujer muy atractiva y juerguista. Llevaban pocos meses casados antes de pasar a pilotar bombarderos sobre Europa. Y su mujer, Marie, solo quiere divertirse; cosa que se complica porque Fred no encuentra trabajo. La historia de Homer es quizás la que más conmueve. Pierde las dos manos en combate, así que se apaña con unos ganchos articulados. Él lo lleva con humor y optimismo, aunque volver a casa y sentirse compadecido no le ayuda. Está prometido con su vecina, pero no quiere que ella tenga que vivir con sus ganchos para siempre.


Una historia tierna y dura. Llena de humor como ya he dicho, pero que muestra muy bien el sufrimiento de los veteranos de guerra. Sus sufrimientos y luchas les han marcado y cambiado. Los mejores años de nuestras vidas, ¿son los de combate o los duros momentos de readaptación? Sufren mucho al regresar, parece que los únicos momentos que les consuelan son los que pasan juntos en el bar de Butch. Una película deliciosa que hace reír y llorar.

jueves, septiembre 23, 2010

The silence of the lambs (Demme, 1991)


Los ojos azules de Anthony Hopkins siguen clavados en mi cabeza. Un personaje asombroso el de Hannibal Lecter. No es el protagonista de El silencio de los corderos, pero desde luego es quien brilla en pantalla (se llevó el Oscar). Su personaje inquieta y atrae. Es un hombre culto, de buen gusto. Disfruta con el arte, con la buena música. Y es un sabio, Doctor Lecter. Clarice admira al Doctor. Nosotros también le admiramos aunque a veces sentimos repulsión.
La trama principal de la película de la búsqueda de Buffalo Bill se ve enriquecida con la historia de Lecter y los descubrimientos de la vida de Starling. "Well, Clarice - have the lambs stopped screaming?". Los pelos se nos ponen de punta. La escena de la primera entrevista de Starling con Lecter consigue meterte en el ambiente. Nos sentimos en la piel de Clarice, vemos los ojos de Hannibal Lecter escudriñar en nuestra cabeza, tememos que el cristal desaparezca, pero a la vez queremos que estén más cerca. La revista Bon Apetit que se ve en la celda provisional en Tennessee nos revuelve el estómago. Y cuando el Doctor devuelve a Clarice sus papeles rozándole el dedo, se nos encoge.
Una película extraordinaria, muy dura y violenta, pero llevada de la mano de Anthony Hopkins. Sin él, creo que la película, aunque buena, no hubiera sido lo mismo.

jueves, septiembre 09, 2010

Lagaan (Gowariker, 2001)


Lagaan, once upon a time in India es una sorpresa. La primera sorpresa fue descubrir que no se hacían largas esos 224 minutos.
No pensé que un musical indio fuera a gustarme, pero la historia es genial. Buhvan es un muchacho de una pequeña aldea india que se mete en problemas con los británicos que dominan su área. Tras varios problemas acaba aceptando una apuesta contra el capitán Russel: Se enfrentarán a un partido de cricket, si los indios ganan se librarán del excesivo impuesto Lagaan sobre las cosechas; si pierden, pagarán triple Lagaan.
La tensión se mantiene a lo largo de toda la película. No parece sobrar ningún momento. La vida de la aldea se engarza en la trama, presentando a sus habitantes como en un cuadro costumbrista.
Hay un momento en que la ambientación histórica se pierde. En uno de los bailes que muestran un montaje de las dos mujeres de la película; la parte de Lady Elisabeth es demasiado actual. 
Me sorprendió también una técnica muy lograda con un diseño visual muy atractivo y colorista. La música también se mezcla con la historia, no haciendo de los bailes un añadido si no un paso necesario. Cometí el error de no verla en versión original. En la versión doblada , los británicos hablan con acento español. Mejor en V.O. seguro.

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