miércoles, mayo 16, 2012

It was there. El metraje del pasado


El pasado tiene un gran peso en nuestras vidas. Cuando contemplamos una imagen fotográfica del pasado los protagonistas nos interpelan. Los muertos parecen recobrar la vida. Nos miran desde el interior del marco y parecen llamarnos sin mover los labios, como en la película El club de los poetas muertos. Esas personas estuvieron ahí. Hubo un fotógrafo que los detuvo en el tiempo. Una mirada que momificó todo posible cambio como afirmaba André Bazin. Los viejos álbumes tienen el poder de atraernos, uno siente una curiosidad casi irrefrenable ante fotografías de la propia familia e incluso de gentes desconocidas. ¿Quiénes son? ¿Por qué tienen esa mirada? ¿Qué les sucede? La imagen documental -fotográfica o cinematográfica- además de tener una fuerte carga de realismo, tiene un gran componente de misterio.


Estamos acostumbrados a los documentales históricos donde se nos muestran imágenes de personajes históricos, batallas, hechos relevantes. No nos resultan extrañas esas imágenes arrancadas del curso del tiempo en documentales. Se nos muestran como noticiarios, crónicas de hechos pasados. Un ejemplo de este documental más convencional es The Spanish Earth de Joris Ivens sobre la Guerra Civil española (puede encontrarse completo en el canal de unaimagenunahistoria en Youtube). El documental está construido totalmente con metraje de Fuentedueña, Madrid y el frente de batalla durante dicha guerra. El documental de Ivens narrado por Hemingway no se queda en una mera captación de imágenes. Cada detalle está cuidado con esmero. Cada imagen, aun llena de dureza, resulta bella al ojo del espectador. Ivens construye un relato, una historia humana de superación y lucha.

También construyen una  historia Jayne Loader, Kevin Rafferty y Pierce Rafferty en The Atomic Cafe. Esta vez el empleo del metraje pasado tiene una finalidad irónica, paródica. The Atomic Cafe une imágenes de vídeos educativos, metraje de archivo histórico, películas de ficción y otras imágenes documentales para construir un significado nuevo. Imágenes educativas sobre qué hacer en caso de ataque nuclear se convierten en un relato expresionista de la paranoia nuclear. Las imágenes originalmente serias son arrancadas y despojadas de su contexto original dando lugar a una crítica que consigue hacer reir.


Otro tipo de construcción es la que el director español José Luis Guerín realiza en Tren de sombras. Una construcción en tres pasos: Construcción, reconstrucción, reinterpretación. Guerín juega con esa fuerza y ese misterio que emana la imagen fotográfica. Nos muestra las supuestas imágenes grabadas por una familia en Le Thuit. Y Guerín construye una historia a raíz de la "historia". Eso que nuestra cabeza hace en ocasiones ante una fotografía, él lo hace ante unas imágenes del "pasado". El celuloide recorre la pantalla, regresa al pasado, se detiene... Quien ha descubierto esas imágenes detiene su mirada en las miradas de los propios personajes. Y así consigue también cruzar nuestros ojos con los de aquellos personajes del pasado. Comprendemos las intenciones de aquellos fantasmas y percibimos la fascinación por el cine de quien ha creado todas esas miradas. Tren de Sombras tiene una gran fuerza por ese intento de recrear el poder de la imagen documental.







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