Porque el cine está lleno de magníficas historias e imágenes. Meters and meters of celluloid stories.
martes, octubre 19, 2010
The Birds (Hitchcock, 1963)
Se dice que The Birds es una de las mejores películas de misterio de la historia. Y es real que Hitchcock es el maestro del misterio y la tensión. La historia consigue atrapar al espectador desde el primer momento (sobre todo a quienes no nos gustan los pájaros).
Melanie es una mujer rica y estilosa. Entra en una tienda de mascotas con exigencias sobre un pedido. Mientras la dueña del local va a hacer unas llamadas, Mitch Brenner entra en la tienda y le gasta una broma. Entonces Melanie decide devolverle la broma y compra unos periquitos (McGuffin, dispara la acción y la lleva hasta el final. ¿Para qué salva a los periquitos? Todo ha empezado por ellos? Creo que a Hitchcock le gustaba lo de los McGuffin, lanzar la acción con un motivo que parece importante en la película, pero que a nosotros nos da igual) que le lleva a Bahía Bodega, a las afueras de San Francisco. Allí comienza a interesarse por Mitch, pero sobre todo comienza a percibir problemas con los pájaros que se comportan de manera extraña. Los pájaros comienzan a atacar a los hombre, cada vez en más cantidad y de forma más violenta. Y la supervivencia se convierte en el objetivo principal.
Es verdad que la tensión está muy conseguida. Los pájaros te asustan cada vez más, de hecho si oyes a un pájaro piar mientras ves la película, te giras intentando esconderte de él. Pero. Y aquí viene lo que no acabó de convencerme... Pero ¿qué más? La película va cogiendo más y más emoción, ya no sabes qué va a pasar. Y no pasa nada. No se sabe por qué atacan los pájaros, no se explica. Y hay un momento en que parece que la presencia de Melanie en el pueblo tiene algo que ver, pero no se sabe. Y esperando el clímax de la película, encontre solo una huida. Pensé que habría un momento de matar a los pájaros o de buscar una solución inteligente, pero no. Solamente huyen sigilosamente rodeados de millones de aves. Me esperaba algo majestuoso, magistral de broche de oro. Y me decepcionó un poco.
Aunque he de reconocer que miro a los pájaros con cierto recelo.
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1 comentario:
Y qué tal las palomas?
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