jueves, octubre 14, 2010

Il postino (Radford, 1994)


Metáforas, y si suenan en italiano mejor. Una película italiana, con eso basta. Recuerdan sus personajes y diálogos a películas como Cinema Paradiso o La vita é bella. Personajes humildes, diálogos vivaces, alegres, rápidos e ingenuos.
La historia de amistad de Mario y Pablo se acompaña con un cuadro paisajista de la Italia más remota. Los pescadores analfabetos de manos curtidas, las viudas sentadas frente al mar con sus faldas negras, los niños (pícaros) que roban pescado y vino de la mesa  de los adultos, el sacerdote. Las bicicletas, el mar tranquilo, las procesiones, la radio… Y la poesía. La poesía de una tierra que no necesita de un gran artista chileno, se basta con su propia pasión.
Los personajes (sobre todo el de Mario) están muy bien retratados. Cada gesto, cada diálogo es una pincelada sutil. Cómo Mario sienta con los pies metidos hacia dentro, cómo intenta convencer a su padre de que tiene “alergia” a los barcos, su “afán” político nacido de una amistad. El final parece algo abrupto. Encontrar a Pablito en el bar era de esperar, pero no hubiera chirriado si Mario estuviera allí. También como en Cinema Paradiso, todo fue bonito, pero parece no haber esperanzas. Demasiada pasión como para llegar al final a salvo. Un final que saca de ese cuadro costumbrista.


4 comentarios:

antonio dijo...

Está película es de mis favoritas,la encuentro maravillosa,la disfruté un montón.

Saludos afectuosos!

María Del Rincón Yohn dijo...

Gracias, Antonio, por tus comentarios. Se agradece un seguidor tan fiel y animado. Gracias

Marcela Duque dijo...

Ehhhh, qué buena crítica. ¡Me ha encantado!

Leticia dijo...

Lo siento, María, pero no estoy de acuerdo con tu afirmación inicial "una película italiana, con eso basta". ¿Será posible que hayas olvidado Nuevo Mundo? Lo siento, pero esa cosa hizo que perdiera la fe en las películas italianas, para siempre.

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