Porque el cine está lleno de magníficas historias e imágenes. Meters and meters of celluloid stories.
viernes, noviembre 26, 2010
Checkpoint (Shamir, 2003)
Cine bélico, documentales bélicos, el conflicto entre Palestina e Israel. A veces la forma más efectiva de mostrar una guerra es enseñando los bordes, no el núcleo. En Checkpoint no vemos escenas de violencia, pero sí escenas violentas. En los puestos de control fronterizos no vemos palizas, pero sí puñetazos contenidos. Todo parece a punto de estallar, pero ambos bandos se dominan (más o menos).
El director israelí de este documental, muestra en estilo cinema-verité el ambiente en los checkpoints. Y muestra el ridículo de esas situaciones. Claramente en contra de los checkpoints muestra a los palestinos como víctimas. Los israelíes son retratados como crueles, con la crueldad de los niños que actúan sin atender a razones lógicas. Una crueldad caprichosa. Pero también se ve su lado humano en algún momento. Se muestra el conflicto entre ambos países, ambas razas, en el dilema de los soldados. Vacilan y juegan con los palestinos pero no se sienten responsables. Son unos mandados, son (en su mayoría) unos críos torpes.
Violencia contenida. La vemos a través de la lente, nos sentimos incómodos. A veces nos gustaría pararles los pies a los soldados israelís. El documental crea una tensión, también conseguida por ese estilo sobrio. Sin música, cada palabra tiene peso. Yo, por lo menos, no podía dejar de pensar en la impotencia humana. Un conflicto realmente difícil de solucionar, porque ambas partes parecen estar cegadas por el odio. Como en el documental Promises o en Vals con Bashir, el final deja una sensación de impotencia, de desesperanza... ¿Se podrá solucionar? Difícil.
jueves, noviembre 25, 2010
Vals Im Bashir (Folman, 2008)
Interesante documental. Interesante, sobre todo, por su forma. El director israelí, antiguo combatiente en el Líbano, busca un recuerdo perdido. Tiene una imagen sobre la guerra grabada en su mente, pero no recuerda nada más de ese día en que descubrieron una masacre de Sabra y Shatila.
Así que Ari Folman entrevista a amigos y conocidos sobre esa guerra. Cada uno cuenta sus recuerdos, sus vivencias. Esas historias van acercando a Folman hacia su meta.
La forma de relatar esta historia por medio de la animación me parece sorprendente. Una historia que, quizás, solamente con entrevistas y material de archivo, no hubiera tenido demasiada fuerza, se convierte en un documental de referencia. La animación no da solo pie a un estilo particular, si no a recreaciones más veraces y la oportunidad de insertar breves pasajes de ficción, sueños, imaginaciones...
Me gustan mucho las animaciones sencillas y con colores vibrantes. Me gusta la música. Me gusta la búsqueda del director. Me gusta la escena del aeropuerto, me gusta la escena del Vals con Bashir. Me gusta el comienzo con los perros, me gusta la escena recurrente de Folman en el mar. No me gustan tanto esas escenas fantasiosas como la de la mujer del agua. Pero al acabar el documental te das cuenta de que has visto algo extraordinario.
miércoles, noviembre 24, 2010
The Pacific (aún más)
He unificado esfuerzos, sí. Y todos mis trabajos tratan sobre The Pacific. Pero me interesa como ejemplo, como caso de estudio, como ejemplo de calidad técnica. Y aquí os dejo un vídeo sobre esta superproducción. Y antes, una pequeña reflexión: ¿es esta miniserie más cine o más televisión? En mi opinión, la miniserie da la oportunidad de desarrollar una película en más horas. Pero tiene la ventaja de seguir inmerso en el medio televisivo, y puede hacer propios varios recursos del género documental como los gráficos y mapas. Y si ves el mini-documental antes de ver el capítulo, lo disfrutas mucho más. Y si quieres seguir profundizando, la página web de HBO ofrece muchos extras tanto históricos como de producción. Muy interesante.
domingo, noviembre 21, 2010
The thin red line (Malick, 1998)
La delgada línea roja es una película bélica de casi tres horas. Ni se hace larga, ni es la típica película de guerra. Sí, hay combates, muertes, sangre, odio... Pero hay pausas, incluso en las batallas. Hay vida. Y como en la miniserie The Pacific, seguimos a varios personajes. No sus historias ni recorridos: sus pensamientos, sus anhelos, sus esperanzas, sus dudas. Y vemos en qué se apoya cada uno, qué piensan sobre la guerra, sobre ellos mismos. Unos actores de primera fila que casi no hablan, pero con sus miradas lo transmiten todo.
La fotografía es brillante, intimista. Y aunque estamos en medio de la jungla, la cámara observa, no pasa por ahí. Analiza, se detiene, piensa. La naturaleza se mezcla en la historia, los indígenas pasean por sus tierras. Y la música y los silencios ayudan a meterse en la piel de los soldados. El sonido también nos lleva a sentirnos en Guadalcanal, en la paz y en la guerra.
El montaje es original, a saltos, como el pensamiento que no sigue nada de forma lineal. Recuerdos que asaltan a los protagonistas en momentos de duda, en la batalla, en la calma. Y las conversaciones son tranquilas, apacibles, da igual quién mire y desde dónde. La cámara observa, recoge. Y los soldados escuchan, se distraen, miran todo, escuchan todo.
jueves, noviembre 18, 2010
Born into brothels (Ross Kauffman y Zana Briski, 2005)
No sé cuál es la traducción exacta de la palabra inglesa "moving". Bueno, pues este documental lo es. Desde el minuto número uno, entra hasta el fondo. La historia de unos niños del barrio rojo de Calcuta. Sus madres son prostitutas, sus abuelas son prostitutas... Y algunas de esas niñas de entre nueve y doce años están a un paso de entrar en ese mundo.
Los directores del documental cambian sus vidas. El proyecto de Zana Briski de fotografiar a las mujeres de ese lugar cambió por enseñar a los niños el arte de la fotografía. Pero Briski va a más, quiere sacar a los niños de ese barrio, buscarles una oportunidad en la vida. Así que busca internados para ellos, lo que sea.
A lo largo del documental vamos conociendo a esos niños de Calcuta. Son niños, pero hablan como adultos. La vida que llevan les ha hecho madurar. Oímos a uno de los chicos diciendo que aunque su padre es drogadicto, intenta quererle porque es su padre. Y así, todos ellos.
Las fotografías que sacan son geniales, tienen un don, aunque es verdad que en un lugar así, hasta lo más sencillo es visualmente hermoso. La cámara de Kauffman recoge el ambiente de la ciudad, la chispa de los ojos de los niños, su inquietud por la fotografía... todo muy bien arropado por músicas indias, sonido ambiente y los asombrosos testimonios de los niños.
Y la historia no acaba aquí. Porque no es un documental de "te enseño y tú te apañes", sino que los directores crearon una ONG, Kids with cameras, para ayudar a niños en estas situaciones. Si teneis la oportunidad de ver el documental original de DVD, recomiendo ver todos los extras, en especial "Reconnections" donde los documentalistas vuelven a reunirse con los niños unos años después y el capítulo en que los niños ven el documental.
Realmente Born into Brothels es un documental impactante. Lo recomiendo vivamente.
martes, noviembre 16, 2010
A Bronx Tale (De Niro, 1993)
In the streets of the Bronx, is where I wanna be. Porque en las calles del Bronx cada uno libra sus batallas. Y Colagero gana sus batallas. Y las gana porque lucha y porque otros luchan por él. La película de Robert De Niro cubre los mil asuntos que importan a un muchacho italo-americano en el Bronx: La mafia, el amor, la familia, el racismo, la amistad… Y aunque le pasan mil cosas la película no sobrecarga, todo está medido y tiene sentido. Colagero encuentra su verdadero lugar en la vida al hacer frente a sus problemas y tomar decisiones por cuenta propia.
La música en esta película parece ser un protagonista más, el protagonista amigo del personaje principal que quita hierro a las situaciones. Y aunque la historia es muy dura, la música suaviza el conflicto. A veces, las canciones aportan algo más, profundizan en el momento, dan pistas. Y esas canciones... eso sí que es música. Un recopilatorio de la época que no deja de sonar a lo largo de la película.
El principio de la película es un retrato vivaz de un barrio, de varias culturas juntas: la americana y la italiana. Con el desparpajo italiano, vemos el barrio de Nueva York. En inglés dirían "Cheeky!". La ambientación es estupenda. Pero el peso de la película está en que nos hace vivir todo como nuestro. Y nos metemos tanto en la intimidad, en los conflictos, en los afanes de Colagero; que nos parece estar allí. Acaba la película y te das cuenta de que no vives en el Bronx, ni en los años 60, ni tienes amigos que se codean con la mafia... Pero has vuelto de un viaje que merece la pena.
lunes, noviembre 15, 2010
First Flight (Steve Nicholls y Alfred Vendl, 2004)
First Flight es un interesantísimo documental sobre la historia de la aviación en comparación con el vuelo de los animales. Imágenes de gran belleza de pájaros e insectos voladores enlazan con reconstrucciones de los inventos voladores. Las imágenes en blanco y negro o sepia de los inventores toman vida y color, para mostrarnos sus hazañas o errores. Se explica de dónde sacaron la inspiración: de la naturaleza. Para ilustrar mejor esto se recurre a gráficos digitales en que vemos el funcionamiento de las máquinas y el vuelo de los animales.
Me gusta mucho la unión de naturaleza e historia, consiguen un equilibrio muy bueno. Uno de los recursos para unir esos dos elementos es la presencia de pájaros o insectos al final de las escenas de los pilotos o inventores. Al principio gusta, pero hay un punto en que cansa.
Las imágenes de los animales a cámara lenta son impactantes. Además me encanta la posición que toma el documental. Sería sencillo alabar a la naturaleza, fuente de inspiración para los inventores. En ocasiones se demuestra lo sabio e incomprensible de la naturaleza. Pero lo mejor es que se hace lo mismo con los hombres. Al final queda claro que las hazañas de los hombres superan todas las expectativas. Me gusta.
lunes, noviembre 08, 2010
Cerrado hasta el lunes (JC García, 2010). Producción
Rodar una película (y eso que este ejemplo es solo un cortometraje) es algo extraordinario. Un trabajo de servicio: Todos trabajan duro sin lucirse para que la gente pase un buen rato frente a las pantallas.
domingo, noviembre 07, 2010
Être et avoir (Philibert, 2002)
Veamos documentales. Buenas ideas que almacenar en la mente. Últimamente me pasa que cojo algunos documentales con poca ilusión y acaban encantándome. Être et avoir es uno de esos. El documental trata sobre un profesor de una escuela de un pueblecito francés. Una escuela a la vieja usanza donde un reducido grupo de niños de edades muy diversas estudian en el mismo aula. Vamos conociendo a cada niño con pequeñas pinceladas. Mediante pequeñas escenas en casa o en breves conversaciones con el profesor: como la conversación de Olivier o la escena de Julien haciendo los deberes en familia. Pequeños detalles que muestran el fondo de la historia. No es solo una película sobre un profesor de escuela rural, si no sobre la educación, la familia, la enfermedad, los planes de futuro... Muchas cosas concentradas en un documental detallista.
Me gustan los niños, me encanta Jojo (ese niño es genial). Y me gusta cómo vamos viendo la relación del profesor con los niños. Me ha conmovido verle a punto de llorar al despedir a los niños más mayores a final del curso. Una historia deliciosa que sólo me confunde un poco con su calidad estética. No entiendo que siendo tan reciente tenga un grano tan gordo. Quizás se rodó en los 90 y se estreno mucho más tarde. Pero a pesar de este pequeño detalle, lo estético también está muy cuidado. Me ha gustado mucho. Lo recomiendo.
Os dejo uno de los mejores momentos:
sábado, noviembre 06, 2010
You can't take it with you (Capra, 1938). Vive como quieras
You can’t take it with you. Sí, nos queda clara la moraleja. Da igual el dinero, cuando mueras, dará igual. Es la amistad lo que hace la vida valiosa. Y si te subes a un sicomoro, se ve todo mucho más claro.
Y es que en esta historia de contrastes, no hay grises. Los Sycamore están completamente locos. Tanto, que al principio cuesta enganchar con ellos. Pero son buenos, y muy divertidos. Tan buenos que hasta los animales les ayudan a fabricar torpedos. Los Kirby son el clásico estereotipo de personas asquerosamente ricas, avaras y faltas de virtudes humanas. Con su acento britanizado, los Kirby son detestables. Pero Tony es distinto. Es divertido, ingenioso y amable. Se enamora de una Sycamore. Romeo y Julieta versión manicomio.
Menos mal que Frank Capra quería hacer una comedia, porque si no hubiera sido la “típica historia”, Cuento de Navidad, sin ser Navidad. Mr. Kirby se hubiera llamado Scrooge y Martin Vanderhof hubiera sido transparente. Y aunque resulte una historia demasiado moralizante y sabemos perfectamente desde el principio que Grandpa acabará haciendo ver a Mr. Kirby que el dinero no da la felicidad, no nos interesa tanto qué sucederá, sino cómo.
Las conversaciones y situaciones están cargadas de buen humor, humor del verdadero. La casa de los Sycamore (con ese cartel de Home Sweet Home que marca el ánimo generalizado de la familia) tiene aire de esperpento. A veces nos parece demasiado absurdo, pero como los personajes están bien creados, les creemos. Pero no todo es risa fácil (el ruso, las clases de ballet, los petardos en el sótano), sino que también provoca tristeza real. E incluso lágrimas de alegría (cuando los amigos de Grandpa pagan la multa). Una película en que acabas de llorar de la risa para llorar de pena. Entendemos el conflicto de Alice, la impotencia de Tony, la profunda amistad que todos sienten por Grandpa… Los personajes, como ya hemos dicho, están bien construidos. Varios personajes tienen conflictos propios, no son secundarios que solo están ahí para apoyar una acción central.
Algunas de las escenas son memorables, entrañables. Casi da la sensación de que la película se articula en escenas marginales. No sé si la unión, en este caso, hace la fuerza. Al recordar la película hacia atrás no se piensa en la genial historia que comenzó y acabó, sino en gags sueltos. La escena del restaurante y los “ratones” es genial. Y la de la fabricación de explosivos en casa con Jim como ayudante nos introduce en el mundo de Blancanieves con mucha gracia.
¿Moralizante? Mucho. ¿Divertida? Muchísimo. ¿Puede pasar algo más en esta casa? Mientras el cuadro de la entrada siga cayéndose, todo va bien. Hogar, dulce hogar.
Os dejo una escena en que vemos la ilusión y el atractivo de la película:
jueves, noviembre 04, 2010
Ikiru (Kurosawa, 1952)
Un narrador nos presenta a “nuestro protagonista”. Y nos lo presenta en su contexto: rodeado de gestiones burocráticas sin sentido. Está muerto, parece un cadáver. Durante la primera mitad de la película la angustia que siente el protagonista se transmite al espectador. Ayudan los planos largos, las miradas vacías, la voz casi afónica del señor Watanabe. No nos cae bien. El escritor de novelas, dantesco, diabólico, con su capa negra, le guía a través de los infiernos. Y Watanabe canta una “oda a su próxima muerte”. Kurosawa se hace con el control de nuestros juicios por el sonido y la ironía. En la cafetería donde queda con la chica hay una celebración de cumpleaños al fondo. Pero él sigue muerto, hasta que decide vivir: Happy birthday! Ha vuelto a nacer. Y pondrá todo lo que esté de su mano para construir el parque. Y antes de su muerte vuelve a cantar aquella canción, ahora es una “oda a su nueva vida”. Y en su funeral volvemos a oír la melodía de su renacimiento: Happy birthday Watanabe. Y como regalo un renacimiento para todos sus compañeros. ¡Nunca olvidaremos este espíritu! Pero la burocracia mata hasta las mejores intenciones.
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