The birth of a nation (D.W. Griffith, 1915)

Es bastante frecuente recordar esta película como una apología del racismo. "La película de los del Ku Klux Klan". Pero El nacimiento de una nación es una obra que marca un nuevo estilo, dirige el cine hacia lo que hoy es. En películas anteriores la narrativa cinematográfica aún no estaba establecida. Para nosotros es normal el lenguaje del cine, llevamos casi un siglo de tradición y hemos aprendido a leer las películas. Estamos habituados a los planos, al montaje. Sabemos que un primer plano quiere enseñar de cerca, no es una cabeza cortada. Entendemos que ese paisaje seguido de unos ojos es el que el protagonista ve. Pero el cine no nació con ese lenguaje.
Las películas anteriores a la obra de Griffith se acercaban más al teatro y su milenario tradición narrativa. Griffith es considerado como uno de los padres de la narrativa cinematográfica. Él puso las bases. Por eso, a un espectador actual, esta película le parecerá menos extraña que una de Méliès. Nos parecen antiguas las formas de interpretación, se hacen excesivas las tres horas de metraje, nos parecen un poco arcaicas sus técnicas visuales, pero reconocemos algo del cine al que estamos acostumbrados.

It is quite common to remember this film as an apology for racism. "The film of the Ku Klux Klan." But The birth of a nation is a work that marks a new style, the film leads cinema into what it is today. In previous films, narrative cinema was not yet established. We are used to film language; it took nearly a century of tradition and now we have learned to read the films. We are accustomed to editing techniques, to different shot sizes. We know  that a close-up wants to get close to the expression, it is not a severed head. We understand that a landscape followed by a close-up of the main character’s eyes is the one he sees. But cinema was not born with this language.
The films previous to Griffith's work were closer to the theater and its ancient tradition of storytelling. Griffith is considered one of the fathers of film narrative. He laid the foundations. Therefore, this film will seem less strange that one of Méliès to a modern viewer. We can see old forms of interpretation, the three hours of footage become excessive, the visual techniques seem a bit archaic, but  in The birth of a nation we recognize something of the movies we're used to.